DIVINOS

"Pero los que a mí —dijo Andrenio— más me llenaron en esta artificiosa fábrica del hombre fueron los ojos.
—¿Sabes —dijo Critilo— cómo los llamó aquel grande restaurador de la salud, entretenedor de la vida, indagador de la naturaleza, Galeno?
—¿Cómo?
—Miembros divinos, que fue bien dicho, porque si bien se nota, ellos se revisten de una majestuosa divinidad que infunde veneración, obran con una cierta universalidad que parece omnipotencia, produciendo en el alma todas cuantas cosas hay en imágines y especies, asisten en todas partes remedando inmensidad, señoreando en un instante todo el hemisferio.
—Con todo, reparé yo mucho en una cosa —dijo Andrenio— y es que, aunque todo lo ven, no se ven a sí mismos, ni aun las vigas que suelen estar en ellos, condición propia de necios: ver todo lo que pasa en las casas ajenas, ciegos para las propias. Y no fuera poca conveniencia que el hombre se mirara a sí mismo, ya para que se temiera y moderara sus pasiones, ya para que reparara sus fealdades."


Baltasar Gracián, El Criticón, 7ª ed., Madrid: Espasa-Calpe, 1968, p. 82. 

DOS NÚMEROS

"Sentiu-se tocado pelo fervor deste apelo na cavidade onde devia existir o seu coração.

 - Não sou o que se chama uma pessoa moral - disse ele - nem nunca tive pretensões a isso. São tão imoral quanto é possível."

Charles Dickens, Tempos Difíceis, trad. Domingos Arouca, 2ª ed., Lisboa: Romano Torres, 1957, p. 204. 

IMPASSÍVEL

"Podeis-vos enforcar nalguma laranjeira, 
que haja ouvido aos Romeus idílicos imbecis, 
afogar-vos num rio, num charco, numa estrumeira,
ou o corpo despenhar de alpestres alcantis...

que a Natureza, ou seja em noites de inverneira, 
ou na Aurora, ao chilrar dos tentilhões gentis, 
não branqueará por isso a verde cabeleira, 
nem prantos verterá por coisas tão pueris!

Quer morrais como o Cristo entre dois salafrários, 
quer barreis como um Gracho, em prol dos proletários
quer trespasseis o peito assim como Catão, 

crede que a Terra Mãe, nessa vossa agonia, 
talvez que esteja a rir no azul de uma baía, 
fazendo uma Camélia - ou parindo um ladrão."

Gomes Leal, O Anti-Cristo, 3ª ed. acrescentada com as Teses Selvagens, Lisboa: Livraria Popular de Francisco Franco, s.d., p. 83. 

ENGANO

"—¿Yo, de qué suerte? ¿Cómo puedo ser él, si estoy aquí vivo y sano, y no tan necio?

—Ése es el mayor engaño —ponderó Critilo—. Sabe, pues, que aquel desdichado extranjero es el hombre de todos, y todos somos él. Entra en este teatro de tragedias llorando, comiénzanle a cantar y encantar con falsedades; desnudo llega y desnudo sale, que nada saca después de haber servido a tan ruines amos. Recíbele aquel primer embustero, que es el Mundo, ofrécele mucho y nada cumple, dale lo que a otros quita para volvérselo a tomar con tal presteza que lo que con una mano le presenta, con la otra se lo ausenta, y todo para nada. Aquel otro que le convida a holgarse es el Gusto, tan falso en sus deleites cuan cierto en sus pesares; su comida es sin sustancia, y su bebida venenos. A lo mejor, falta el fundamento de la Verdad, y da con todo en tierra. Llega la Salud, que cuanto más le asegura más le miente. Aquellos que le dan priesa son los Males; las Penas le dan vaya, y grita los Dolores: vil canalla toda de la Fortuna. Finalmente, aquel viejo peor que todos, de malicia envejecida, es el Tiempo, que le da el traspié y le arroja en la sepultura, donde le deja muerto, solo, desnudo y olvidado. De suerte que, si bien se nota, todo cuanto hay se burla del miserable hombre: el mundo le engaña, la vida le miente, la fortuna le burla, la salud le falta, la edad se pasa, el mal le da priesa, el bien se le ausenta, los años huyen, los contentos no llegan, el tiempo vuela, la vida se acaba, la muerte le coge, la sepultura le traga, la tierra le cubre, la pudrición le deshace, el olvido le aniquila: y el que ayer fue nombre, hoy es polvo, y mañana nada. Pero ¿hasta cuándo perdidos habemos de estar, perdiendo el precioso tiempo? Volvamos ya a nuestro camino derecho, que aquí, según veo, no hay que aguardar sino un engaño tras otro engaño."

Baltasar Gracián, El Criticón, 7ª ed., Madrid: Espasa-Calpe, 1968, p. 70. 

PATTERNS

"E se nós guardássemos a nossa matemática para outros objectos materiais e governássemos por outros meios essas terríveis quantidades desconhecidas!"

Charles Dickens, Tempos Difíceis, Trad. Domingos Arouca, 2ª ed., Lisboa: Romano Torres, 1957, p. 68. 

DIVISO

"Así iban confiriendo, cuando llegaron a aquella tan famosa encrucijada donde se divide el camino y se diferencia el vivir: estación célebre por la dificultad que hay, no tanto de parte del saber cuanto del querer, sobre qué senda y a qué mano se ha de echar. Viose aquí Critilo en mayor duda, porque siendo la tradición común ser dos los caminos (el plausible, de la mano izquierda, por lo fácil, entretenido y cuesta abajo, y al contrario el de mano derecha, áspero, desapacible y cuesta arriba), halló con no poca admiración que eran tres los caminos, dificultando más su elección.—¡Válgame el cielo! —decía—: ¿y no es éste aquel tan sabido bivio donde el mismo Hércules se halló perplejo sobre cuál de los dos caminos tomaría? Miraba adelante y atrás, preguntándose a sí mismo:—¿No es ésta aquella docta letra de Pitágoras, en que cifró toda la sabiduría, que hasta aquí procede igual y después se divide en dos ramos, uno espacioso del vicio y otro estrecho de la virtud, pero con diversos fines, que el uno va a parar en el castigo y el otro en la corona? Aguarda —decía—, ¿dónde están aquellos dos aledaños de Epicteto, el abstine en el camino del deleite y el sustine en el de la virtud? Basta que habemos llegado a tiempos que hasta los caminos reales se han mudado." 

 

Baltasar Gracián, El Criticón, 7ª ed., Madrid: Espasa-Calpe, 1968, p. 45. 

SANTI YAGUE

"Veriedes tantas lanças premer e alçar, 
tanta adágara foradar e passar, 
tanta loriga falssar e desmanchar, 
tantos pendones blancos salir vermejos en sangre, 
tantos buenos cavallos, sin sos dueños andar. 
Los moros llaman Mafómat e los cristianos santi Yague. 
Cadien por el campo en un poco de logar
moros muertos mil e trezientos ya."


Cantar de Mío Cid, ed. Enrique Rull, Barcelona: Ediciones Orbis, 1983, p. 41. 

CRIATURA

"—Crecía mi admiración —prosiguió Andrenio— al paso que mi atención desmayaba, porque al que deseé distante ya le temía cercano; y aun observé que a ningún otro prodigio se rindió la vista sino a éste, confesándole inaccesible y con razón sólo.—Es el sol —ponderó Critilo— la criatura que más ostentosamente retrata la majestuosa grandeza del Criador. Llámase sol, porque en su presencia todas las demás lumbreras se retiran: él sólo campea. Está en medio de los celestes orbes como en su centro, corazón del lucimiento y manantial perene de la luz; es indefectible, siempre el mismo, único en la belleza, él hace que se vean todas las cosas y no permite ser visto, celando su decoro y recatando su decencia; influye y concurre con las demás causas a dar el ser a todas las cosas, hasta el hombre mismo; es afectadamente comunicativo de su luz y de su alegría, esparciéndose por todas partes y penetrando hasta las mismas entrañas de la tierra; todo lo baña, alegra, ilustra, fecunda y influye; es igual, pues nace para todos, a nadie ha menester de sí abajo, y todos le reconocen dependencias: es, al fin, criatura de ostentación, el más luciente espejo en quien las divinas grandezas se representan."

Baltasar Gracián, El Criticón, 7ª ed., Madrid: Espasa-Calpe, 1968, p. 21. 

RECIPIENS

"Dios no replica a Job con elaboradas teologías. No defiende la creación en términos de justicia. No se defiende racionalmente. Su razonamiento es puramente estético. Muestra a Job las maravillas de la creación y le pregunta: «Acaso serías tú capaz de crear algo más bello?» Y, como el artista, que no entiende las razones del crítico, le reprocha: «Cuándo terminaréis con las palabras?». Así, mientras el bien es transparente, el mal comparte con la belleza su condición de lo «prodigiosamente puro y absoluto que trasciende el pensamiento, el misterio presentado en su forma pura y no racional». El mal no solo no contradice la belleza de la Creación, sino que integra, al menos, la mitad de su cerne. La Creación no admite (en realidad, ninguna creación admite) la crítica de los hombres, pues necesariamente la contiene."

Luis Maria Marina, Las Tentaciones de Lisboa, Gijon: Ediciones Trea, 2015, p. 40. 

ESTANQUE

"Luego que el Supremo Artífice tuvo acabada esta gran fábrica del mundo, dicen trató repartirla, alojando en sus estancias sus vivientes. Convocólos todos, desde el elefante hasta el mosquito; fuéles mostrando los repartimientos y examinando a cada uno cuál dellos escogía para su morada y vivienda. Respondió el elefante que él se contentaba con una selva, el caballo con un prado, el águila con una de las regiones del aire, la ballena con un golfo, el cisne con un estanque, el barbo con un río y la rana con un charco. Llegó el último el primero, digo el hombre, y examinando de su gusto y de su centro, dijo que él no se contentaba con menos que con todo el universo, y aún le parecía poco. Quedaron atónitos los circunstantes de tan exorbitante ambición, aunque no faltó luego un lisonjero que defendió nacer de la grandeza de su ánimo; pero la más astuta de todos: —Eso no creeré yo —les dijo— sino que procede de la ruindad de su cuerpo. Corta le parece la superficie de la tierra, y así penetra y mina sus entrañas en busca del oro y de la plata para satisfacer en algo su codicia; ocupa y embaraza el aire con lo empinado de sus edificios, dando algún desahogo a su soberbia; surca los mares y sonda sus más profundos senos solicitando las perlas, los ámbares y los corales para adorno de su bizarro desvanecimiento, obliga todos los elementos a que le tributen cuanto abarcan, el aire sus aves, el mar sus peces, la tierra de sus cazas, el fuego la sazón, para entretener, que no satisfacer, su gula; y aún se queja de que todo es poco: ¡Oh monstruosa codicia de los hombres!"

Baltasar Gracián, El Criticón, 7ª ed., Madrid: Espasa-Calpe, 1968, p. 18. 

FUNDAMENTO

"Que me queres amor sem fundamento, 
ausente de uma glória que me deste, 
se depois de ma dar te arrependeste,
a culpa foi tua, sofre o tormento. 

Que cuidares mudar meu firme intento
com novas afeições que me ofereceste
nasce de pura inveja que tiveste, 
vendo também perder meu pensamento. 

Pois quando de os ter livre vivia, 
me quiseste meter nestes cuidados, 
neles te servirei eternamente:

Mas pretender mudar-me a fantasia
em outros são trabalhos escusados, 
que nos dão de Sílvia só vivo contente."


Frei Bernardo de Brito, Sílvia de Lizardo - os sonetos, Lisboa: Assírio & Alvim, 1987, p.  48. 

SERVIÇO

"Glória me foi um tempo ser perdido,
perda notável fora ser ganhado, 
ganhei quando perdi ser libertado, 
livre me vejo agora mais vencido. 

Venci quando de Sílvia fui rendido, 
rendi-me por não ser dela deixado,
deixou-me na memória o bem passado, 
passada glória foi tê-la servido. 

Servi-a, porque ao meu bem que nela amava, 
amor me prometeu galardão certo, 
e incerto me saiu quanto esperava, 

A esperança fica em desconcerto, 
o concerto no mal que não cuidava, 
e o cuidado num fim triste e incerto."


Frei Bernardo de Brito, Sílvia de Lizardo - os sonetos, Lisboa: Assírio & Alvim, 1987, p. 45. 

DURA

"Os que amam a terra escura, 
no Verão, não sabem que
a vida não dura quando, 
nessa terra, fica madura
a erva que só perdura 
no chão seco da figura."


Nuno Júdice, Meditação Sobre Ruínas, 3ª ed. Lisboa: Quetzal, p. 108. 

AS CONTROVÉRSIAS

"Surgiram outras controvérsias do género quanto à palavra bondoso aplicada aos Blorna. Nos autos haviam registado «simpáticos para comigo». Katharina insistia na palavra bondoso. E, quando lhe sugeriram a palavra amáveis em vez de bondosos, com o argumento de que bondosos tinha um ar antiquado, Katharina mostrou-se indignada e declarou que simpatia e amabilidade não tinham nada a ver com bondade e era com bondade que ela achava que os Blorna sempre a haviam tratado."

Heinrich Böll, A Honra Perdida de Katharina Blum, trad. Maria Helena de Carvalho, Linda-a-Velha: Biblioteca Visão, 2000, p. 21. 

SILVA

"Há portanto metáforas que podem funcionar num dado universo cultural e intertextual, mas que são inconcebíveis num universo diferente. O pecado para Dante pode ser uma selva, porque toda a tradição prática e medieval via a silva como labirinto, lugar perigoso habitado por monstros diabólicos e por ladrões, do qual era difícil sair. E associava-se uma forte conotação de risco à noção de viagem por um bosque. Mas o princípio da interacção contextual permite até considerar, de maneira nova, o conceito de viagem: como modelo reduzido da própria existência terrena, como prova."

Umberto Eco, Os Limites da Interpretação,  trad. José Colaço Barreiros, 2ª ed., Lisboa: Difel, 2004, pp. 176-177. 

ANIVERSÁRIO

"Quels secrets dans son coeur brûle ma jeune amie,
Âme par le doux masque aspirant une fleur?
De quels vains aliments sa naïve chaleur
Fait ce rayonnement d’une femme endormie?

Souffle, songes, silence, invincible accalmie,
Tu triomphes, ô paix plus puissante qu’un pleur,
Quand de ce plein sommeil l’onde grave et l’ampleur
Conspirent sur le sein d’une telle ennemie.

Dormeuse, amas doré d’ombres et d’abandons,
Ton repos redoutable est chargé de tels dons,
Ô biche avec langueur longue auprès d’une grappe,

Que malgré l’âme absente, occupée aux enfers,
Ta forme au ventre pur qu’un bras fluide drape,
Veille; ta forme veille, et mes yeux sont ouverts."


Paul Valéry, Poésies, Paris: Gallimard, 2009, p. 61. 

ORAGE

"A atmosfera conservava-se absolutamente tranquila, mas de uma tranquilidade ameaçadora. Não se deslocava uma única molécula de ar. Dir-se-ia que a natureza, meio sufocada, não respirava, e que os seus pulmões, essas nuvens densas e sombrias, não podiam funcionar por se verem atrofiados. O silêncio teria sido absoluto sem a bulha das rodas, que trituravam o cascalho, sem o ranger dos cubos e das pranchas do veículo, se a respiração cavernosa dos cavalos, que iam já sem fôlego, e sem o estrépito que eles faziam, ferindo lume com as suas ferraduras sobre as pedras da estrada. Esta estava completamente deserta. Não se avistava um só homem a pé ou a cavalo; não se pressentia sequer o ruído de um só carro."

Jules Verne, Miguel Strogoff, trad. Pedro Vidoeira, Lisboa: Livraria Bertrand/Unibolso, s.d., p. 106. 

BONDAGE

"Devido à própria imprecisão voluntária do simbolismo, a leitura de qualquer texto alquímico representa sempre uma experiência enervante. De facto o texto apresenta-se ao mesmo tempo como revelação de um segredo e ocultação do mesmo segredo. Compreender o texto e a sua linguagem, significa conseguir fazer o que o texto aconselha. Mas para fazê-lo tem de se compreender o texto. Esta situação circular deixa compreender que o texto alquímico revela um segredo a quem já o conhece e, portanto, está em condições de localizá-lo sob a superfície do discurso dos símbolos."

Umberto Eco, Os Limites da Interpretação,  trad. José Colaço Barreiros, 2ª ed., Lisboa: Difel, 2004, p. 87. 

O LUME DA SOMBRA

"Devastado pela abominação selvagem ou
pelo espantoso apocalipse boreal: a alegria da terra, 
o último dos homens sabe contudo que uma e
outra são da mesma matéria feitas. 
- Sim, conheço o clarão venenoso e o lume
da sombra. Sim, a constelação enterrada, recito
os seus nomes na argila gravando algumas imagens
últimas: cicatrizes escritas numa língua morta. (...)"


Manuel Gusmão, migrações do fogo, Lisboa: Caminho, 2004, p. 26. 

CONJUNTURA

"Entretanto a nossa conjuntura é o de uma sociabilidade de incertezas. As âncoras da estabilidade diária estão a ser largadas à medida que o sistema começa a mostrar as suas múltiplas fraquezas. Quando não conseguir garantir segurança, o seu fim estará próximo."

John Zerzan, Futuro Primitivo, trad. António Luís Catarino, Lisboa: Deriva, 2007, p. 20. 

DESDOBRADO

"Eu sou da raça do Eterno. 
Fui criado no princípio 
E desdobrado em muitas gerações
Através do espaço e do tempo. 
Sinto-me acima das bandeiras, 
Tropeçando em cabeças de chefes.
Caminho no mar, na terra e no ar.
Eu sou da raça do Eterno, 
Do amor que unirá todos os homens: 
Vinde a mim, órfãos da poesia, 
Choremos sobre o mundo mutilado."


Murilo Mendes, Poesia, São Paulo: Livraria Agir, 1983, pp. 49-50. 

O ABERTO

"Recomeçou: retrocedendo, internou-se outra vez 
no poema, tropeçando no rumor que escurecia o sangue 
em ondas nas paredes lentas. Ouvia cada vez mais longe
a boca do mar que repetia: - uma onda uma praia outra onda, 
nas margens do mundo. Lá: o aberto de um leque bateria o ar
como as pétalas de uma borboleta perene; e aqui ele confiava-se
aos passos de quem por ali seguira, os seus ou os de outrem - 
não sabia; mas alguém passara já por ali, sempre à beira de cair."


Manuel Gusmão, migrações do fogo, Lisboa: Caminho, 2004, p. 24. 

A POSSIBILIDADE DA IMAGEM (servindo de homenagem a Maria Barroso)

"Nesta inclemente idade da sua vida: obstinado e
fiel não sabe bem a quê ou a quem, o homem
que das suas imagens e do seu nome se desencontrou 
move-se, as mãos em frente como se estivesse cego
erra entre as imagens que o olham e o cercam:
pequenos fogos-fátuos, erros da voz
que se interrompe estremunhada e escuta a asa
friíssima dessa loucura de que tereis ouvido falar."


Manuel Gusmão, migrações do fogo, Lisboa: Caminho, 2004, p. 24. 

PARA A., AGREGADA

"O mundo exterior é, de alguma forma, definido pelas perguntas que fazemos a seu respeito."

Trinh Xuan Thuan, O Caos e a Harmonia - a fabricação do real, trad. Maria José Figueiredo, Lisboa: Terramar, 1999, p. 246. 

ANÓDINO

"E se sente o desespero em não se deparar com um nome conhecido, nem uma celebridade, uma notabilidade, um desses nomes que enchem décadas e, às vezes mesmo, já mortos, parece que continuam a viver. Tudo é desconhecido; todos aqueles que querem fugir do túmulo para a memória dos vivos, são anódinos felizes e medíocres existências que passaram pelo mundo sem serem notadas."

Lima Barreto, Triste fim de Policarpo Quaresma, São Paulo: Penguin, 2011, p. 326. 

A GRAÇA

"Se Deus ao homem concedeu a graça
De terminar com ele a criação, 
Nunca pode ser só, por mais que faça
Para encontrar no mundo a solidão. 

A rocha, a planta e tudo por que passa
Na sua estranha e lenta evolução, 
Nascidos da mesmíssima argamassa
São irmãos nossos, que nos dão a mão. 

Em tudo sempre a mesma dor profunda, 
É nessa própria dor que nos sustém
Como acontece ao ar que nos circunda. 

E, maior ou menor o nosso anseio, 
Sozinha, a alma só se encontra bem
No coração de Deus, donde ela veio."

Fausto Guedes Teixeira, in Poesia Portuguesa do século XII a 1915, org. Cabral do Nascimento, Lisboa: Verbo, 1972, p. 223. 

TURVAÇÃO

"Andrei Efimich sentiu-se comovido pelo sincero interesse e pelas lágrimas que de súbito brilharam nos olhos do chefe dos Correios. 

- Não acredite nisso, meu estimado amigo! - murmurou, levando a mão ao coração. - Não acredite. É um engano! A minha única doença é que depois de vinte anos não encontrei em toda a cidade mais do que um homem inteligente, e esse está louco. Não há qualquer doença; apenas entrei num círculo vicioso de que não há saída. as tudo me é indiferente, e estou conformado com o que tiver que acontecer."

Anton Tchekov, A Enfermaria Nº 6, trad. Maria Luísa Anahory, Lisboa: Editorial Verbo, 1972, p. 59. 

A DEUSA DE VARSÓVIA

"Mas estas reflexões não lhe serviam já de nada. Apenas começava a imaginar o que seria o globo terrestre dentro de um milhão de anos, logo lhe aparecia, por detrás de uma rocha escarpada, Kobotov com as suas botas altas ou Mikail Averianich com o seu sorriso forçado. Até se lhe afigurava ouvir um murmúrio envergonhado: "A deusa de Varsóvia lhe pagará um dia, meu caro... Sem falta."

Anton Tchekov, A Enfermaria Nº 6, trad. Maria Luísa Anahory, Lisboa: Editorial Verbo, 1972, p. 56. 

SÉTIMA PORTA

"- Quer dizer que sou um idiota, visto que sofro, estou descontente e desgosta-me a maldade humana.

 - Não deve pensar assim. Se reflectir, compreenderá a significação de tudo o que é exterior, tudo o que nos inquieta. Há que tentar compreender a vida; nisso está o verdadeiro bem. - Compreender a vida... - replicou Ivan Dmitrich, franzindo o sobrolho. - O exterior, o interior... Perdão, mas não o compreendo. A única coisa que sei é que Deus me criou com sangue quente e nervos, como está a ouvir! O tecido orgânico, se é capaz de vida, deve reagir a qualquer excitação. E eu reajo! À dor respondo com gritos e lágrimas; à maldade, com indignação; à vilania, com asco. Quanto a mim, isto é, na realidade, aquilo a que se chama vida. Quanto mais débil é o organismo, menos sensível se mostra e mais frouxamente resiste à excitação. E quanto mais elevado, tanto mais sensível e enérgica é a sua reacção à realidade. Como pode ignorá-lo? É você médico e não sabe umas coisas tão elementares! Para desprezar a dor, estar sempre satisfeito e não se preocupar com coisa alguma há que atingir esse estado - e Ivan Dmitrich apontou para o mujique obeso, transbordante de gordura, ou então ter-se identificado com a dor até ao extremo de perder qualquer sensibilidade em relação a si próprio; ou seja, por outras palavras, deixar de existir. Perdoe-me, não sou sábio nem filósofo - prosseguiu, irritado - e não compreendo nada destas coisas. Não me sinto em condições de raciocinar."

Anton Tchekov, A Enfermaria Nº 6, trad. Maria Luísa Anahory, Lisboa: Editorial Verbo, 1972, p. 39.