"De la bestia hambrienta de los primeros tiempos, perseguida por las crueldades de la Naturaleza y viviendo en fraternal miseria con los animales inferiores, salía el hombre de hoy, que afirmaba su soberanía sobre los ascendientes, dominando a la Naturaleza. Del hombre de hoy, en le que todavía se equilibran las pasiones de la antigua animalidad con el naciente desarrollo del pensamiento, surgiría el ser superior y perfecto soñado por los filósofos, limpio de egoísmos bestiales y atento a convertir en un período de bienestar igualitario la vida actual, cruel y agitada por la incertidumbre."
Vicente Blasco Ibáñez, La Catedral, Barcelona: Plaza & Janes Editores, 1976, p. 273.
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