ÚLTIMOS CONSELHOS

"Gozar, y no morirse de contento,
sufrir, y no vencerse en el sollozo:
Oh, qué ejemplar severidad del gozo
y qué serenidad del sufrimiento!

Dar a la sombra el estremecimiento,
si a la luz el brocal del alvorozo,
y llorar tierra adentro como el pozo,
siendo aire un sencillo monumento.

Anda que te andarás, ir por la pena,
pena adelante, a penas y alegrías
sin demonstrar fragilidad ni un tanto.

Oh la luz de mis ojos qué serena!:
qué agraciado en su centro encontrarías
el desgraciado alrededor del llanto!"

Miguel Hernández, El Rayo Que No Cesa, Madrid: Espasa, 2012, pp. 36-37.